martes, 27 de mayo de 2014

Maria

MARIA


A Maria Lua


En una ciudad de piedras verdes

y montañas altas, Maria

se puso a escribir poesía:

hablaba del cielo y las estrellas,

de sueños, de vientos, de nubes

- de cómo corría tras ellas.

Desde su ventana, sus ojos

se abrían de noche, volaban,

cantaban, reían, lloraban.


En una ciudad de piedras verdes

y montañas altas, Maria

nos iluminaba como un faro

desde su ventana y nosotros

- mojados, cansados, vencidos -

hallábamos fuerzas en ella

que nos conducía y guiaba

tras ella a la Luna, la única,

la madre más bella. Maria

velaba en la noche: era estrella.


Pedro Casas Serra (03-08-2012)

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