jueves, 3 de julio de 2014

¡Salud, niños!

¡SALUD, NIÑOS!


Érase una vez un niño que no se lavaba los dientes. ¿Para qué? - decía.

Pero pasó el tiempo y cada otoño un diente le caía.


Ya de viejecito, solo un diente le quedaba

que con gran esmero limpiaba y limpiaba.


Y así, muertecido – cuando en la caja estaba -

su único diente… ¡brillaba, brillaba!


Moraleja: O de joven limpio, o feo de viejo.


Pedro Casas Serra (08-04-2014)

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