miércoles, 24 de septiembre de 2014

"Crônica", de Mario Quintana (Esconderijos do Tempo, 1980)

Sia Rosaura tirava a dentadura para comer
Por isso ela tinha o sorriso postiço mais sincero da minha rua
Dona Maruca fazia uns biscotinhos minúsculos, estalantes e secos chamados mentirinhas
Eduvigia era pálida e lia romances lacrimosos de Peres Escrich
Tanto suspirou em cima deles que acabou fugindo com um caixeiro-viajante
O tempo se desenrolava como un rio por entre as casas de porta e janela
Pequenas vidas
Pequenos sonhos
Na noite imensa as estrelas eram como girândolas brancas que houvessem parado
Sentados a porta
- dois santos, dois mágicos, dois sábios -
meu velho Tio Libório e o velho farmacêutico
propunham-se e compunham charadas
que depois orgulhosamente remetian sob nomes supostos
para o grande anuário estatístico recreativo e literário da capital do Estado.

Mario Quintana (Esconderijos do Tempo, 1980)



CRÓNICA


La señorita Rosaura se quitaba la dentadura para comer
Por eso tenía la sonrisa postiza más sincera de mi calle
Doña Maruca hacía unos bizcochitos minúsculos, crujientes y secos llamados mentirijillas
Eduvigis era pálida y leía novelas lacrimosas de Pérez Escrich
Tanto suspiró sobre ellas que acabó huyendo con un viajante de comercio
El tiempo se desarrollaba como un rio por entre las casas con sólo una puerta y una ventana
Pequeñas vidas
Pequeños sueños
En la noche inmensa las estrellas eran como golondrinas blancas que se hubiesen detenido
Sentados en la puerta
-dos santos, dos magos, dos sabios-
mi viejo tío Liborio y el viejo farmacéutico
se proponían y componían charadas
que después orgullosamente remitían bajo nombres supuestos
al gran anuario estadístico recreativo y literario de la capital del Estado.

Mario Quintana (Esconderijos do Tempo, 1980)
(Versión de Pedro Casas Serra)

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