martes, 26 de septiembre de 2017

Haiku en contestación en Aires de Libertad

HAIKU EN CONTESTACIÓN EN AIRES DE LIBERTAD
 
Primavera:

Desde mi cama
el día en treinta líneas
tras la persiana.

Esta mañana
los pájaros han vuelto
al árbol seco.

Cesó la lluvia
y al campo le ha quedado
la cara limpia.

Ya canta el mirlo
y el árbol al oírlo
ha echado hojas.

Sin rumbo exacto
las nubes viajeras
rompen en llanto.

Alza tu vuelo
cometa de mil cintas
blanco pañuelo.

En primavera
llegan las golondrinas...
Y tú, ¿vendrás?

Entre montañas
los valles escondidos
las rosas blancas.

Flores violetas
¡bonitas, perfumadas
y tan coquetas!

En primavera
chillan como chiquillos
los pajarillos.

Las mariposas
pequeños abanicos
de colores.

Dulce armonía
el hablar de los pájaros
su pío pío.

Pétalos blancos
van cayendo del cielo
cerezo en flor.

Van titilando
su fulgor las estrellas...
¿Me están guiñando?

Oigo tu voz
vuelan las golondrinas
con alborozo.

A su destino
anda corriendo el río
hace camino.

En primavera
el día se adelanta
la noche espera.

¡Aquellas flores
bordeando caminos
de primavera!

Por la ventana
nubes de primavera
suave esfumado.

Entre las rosas
esa rosa pequeña
mi preferida.

La margarita
y posada en sus pétalos
la mariposa.

Veloz libélula:
vuela - gira - se posa
se contonea.

Aurora malva,
sus pétalos mostrando
enamorada.

¡Cómo quisiera
como tú, mariposa
alzar el vuelo!

Alzar el vuelo
más allá de las nubes
y de los sueños.

Verano:

Llegó el verano
y en la plaza del pueblo
los farolillos.

Las gaviotas,
apoyado en mi alféizar
las veo volar.

Al mediodía
su sombra se adelgaza
reloj de sol.

Mares calientes
medusas ondulantes
¿flores o peces?

En los corales
encantadoras flores
las anémonas.

De un viejo sauce
la brisa entre las hojas
acerca el río.

Desde el balcón
extiendo la mirada
y vuelo... vuelo....

Vecinos ángeles
dejan sus bicicletas
en los balcones.

Arroyo seco
una pequeña charca
como recuerdo.

Para el verano
bicicletas azules
pañuelos rojos.

Tierra reseca
cada gota que cae
estalla en ella.

Luna en el mar
y las velas al viento
¡a navegar!

La noche llega
y yo abro la ventana
para esperarla.

¡Qué maravilla!
con la lluvia de estrellas
la noche brilla.

Bajo la luna
¡cobijarme en la sombra
de tus cabellos!

Mariposillas
vuelan hacia la luz
hacia la muerte.

Baile en el pueblo
y en su plaza, las casas
forman un ruedo.

Yo pedaleando
mi sombra, tan tranquila
descansando.

Pedaleando
voy bajando la cuesta
¡estoy volando!

En bicicleta
si pa’bajo, subido
si no, me bajo.

Yendo y viniendo
una fila de hormigas
en el camino.

En el camino
una fila de hormigas
madrugadoras.

Junto al camino
margaritas y fresas
y algún espino.

Olas del mar
que vienen unas veces
y otras se van.

Sueños de arena
en mares encalmados
barca varada.

Salamanquesas
inmóviles acechan
pequeñas presas.

Otoño:

Los días antes
duraban mucho, ahora
pasan muy rápido.

Abro el balcón
miro pasar las nubes...
Y tú, ¿te irás?

Día de viento
ondea mi bandera
- ropa tendida.

Zarandeadas
por la fuerza del viento
las flores tiemblan.

Día de viento
del plátano las hojas
deshilachadas.

Viento que soplas
traslada mi suspiro
a quien me importa.

Viento de noche
me mantiene despierto
y a ti también.

Día de viento
las nubes que se han ido
¿dónde estarán?

Sin rumbo exacto
las nubes viajeras
rompen en llanto.

Sobre mi cara
gotas de fina lluvia
melancolía.

Como la música
va cayendo la lluvia
en el recuerdo.

La luna bella
me mira desde el charco
que la refleja.

El río pasa
llevándose las hojas
yo lo contemplo.

Agua de río
pasando vas, pasando
y yo contigo.

Para el recuerdo
dulzura de tu piel
flor de heliotropo.

Hojas doradas
sopla y viento ligero
y se las lleva.

Con el olvido
van creciendo los árboles
del cementerio.

Sobre el recuerdo
crecen enredaderas
de indiferencia.

Joven en sepia
¡qué firmeza en sus ojos!
¡cuánta arrogancia!

El agua quieta
de la nube viajera
guarda el reflejo.

Noche de luna
en lo hondo de lo negro
su cara blanca.

Pueden unirse
el sol cubre a la luna
en el eclipse.

De antiguos sueños
de pájaros dormidos
flores de seda.

Miro la luna
parece sonreírme...
¿Es tu reflejo?

La fe perdida
busca una primavera
que la reviva.

Invierno:

Está nevando
y a los niños parece
azucar candi.

Se van llenando
de nieve las pisadas
se van borrando.

Hasta que mueren
los copos en la tierra
corazón blanco.

Entre la nieve
mis versos aguardando
el sol de mayo.

Oscureció
y la casa de enfrente
se hizo damero.

Oscura noche
en su basta penumbra
no me encuentro.

Melancolía
luna de crisantemo
sabiduría.

Si tú no vienes
¿por qué brilla la luna
tras mi ventana?

Prenden sus luces
los trenes de la noche
culebreando.

Ulula el perro
y en la noche cerrada
tiembla el silencio.

Por los tejados
pasó la vaca negra
su lengua húmeda.

En el silencio
solo oigo mi latido
de madrugada.

Viejas mansiones
paredes desmochadas
rotos balcones.

Bello homenaje
frente a la residencia
matas de malva.

Árbol reseco
tus ramas como manos
implorantes.

El gavilán
te ha dejado sin plumas
paloma blanca.

Huye el invierno
y alargando los días
va un sol risueño.

Espero el día
que al árbol de mi patio
le nazcan hojas.

Árbol desnudo
banco sin ocupantes
solos los dos.

¿Para cuándo el verano
sus sonrisas azules
su amor de mar?

Frío y distancia
blancas montañas altas
entre los dos.

¡Pobres murciélagos!
mamíferos con alas
aves con garras.

Uno me trae
- los dos caballos negros -
otro me lleva.

La gente pasa
se pierde en el camino
desaparece.

Con un abrazo
abarcando su tronco
¡querido amigo!

Otros:

Huellas pequeñas
¿adónde se fue el niño
montado en ellas?

Tiene su gracia
todo lo pequeñito
vuelve a la infancia.

Soplo en mis manos
y mi nada desnuda
vuela hacia ti.

Amor de loco
infantil y perverso
¿acaso hay otro?

El estertor
del pez fuera del agua
vivir sin ti.

Yo soy poeta
alma radiante en pena
vagante esteta.

Tras el espejo...
otro espejo... otro espejo...
otro espejo...

Dolor y magia
dos palabras distintas
una añoranza.

Acuno versos...
¡cuánto tiempo pasado!
¡qué poco tiempo!

De la verdad:
un muñeco de nieve
tras un día de sol.

La realidad
¿reflejo en un espejo
de la verdad?

¿Soy yo o es otro
el que mira mi cara
en el espejo?

Poesía es viento
que conduce a las nubes
hacia el desierto.

Del tentetieso
aprendí a levantarme
pueden golpearme.

¿Por qué será
que si oigo papá
me doy la vuelta?

De tu sonrisa
aunque yo no la oiga
brota la risa.

Nada detrás
y muy probablemente
nada delante.

¿Palabras-máscara
en versos bien medidos
la poesía?

En tu camino
las estrellas, farolas
y yo contigo.

La poesía
patria sin pasaporte
para el poeta.

Palabras locas
para llenar el mundo
de rosas blancas

Entre universos
el nuestro tan pequeño
y tan perverso.

Los locos sueños
son locos por ser sueños
y viceversa.

De barro somos
y al más ligero golpe
nos deshacemos.

En mi memoria
tan solo cuatro días
de incierta gloria.

En los amantes
el tiempo se detiene
en cada instante.
 
Pedro Casas Serra (07-2010)

2 comentarios:

  1. Hola, Pedro.Me han gustado tus haikus y senryus. Diría que algunos son muy subjetivos, sin que ello les reste belleza.

    Un abrazo.

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  2. Gracias, Fany. De haiku apenas tienen la forma. Un abrazo.

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